Thursday, August 31, 2006

Cenicienta



Habían pasado muchos años pero todavía ahora, cuando pensaba en ello, no se lo podía creer. Sentada comodamente en el palacio, la reina se sorprendía otra vez de la suerte que había tenido de jovencita. Primero que los representantes del que en aquellos tiempos era el príncipe se emperraran en probar el zapato a todas las chicas del reino sin excepción, incluso a una criada como ella. Después que las hermanastras no consiguieran impedir que le probaran el zapato. Y todavía más: que el zapato fuera de su número. Pero sobretodo lo más sorprendente, lo que aun ahora le hacía dibujar una sonrisa al recordarlo, era que el príncipe se tragara el cuento que se inventó para explicar que fué ella la que perdió el zapato en la fiesta.

1 Comments:

Blogger Unknown said...

Y cual escla ironia???

12:37 PM  

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