Monday, September 04, 2006

Dia de suerte

Había dado dos o tres vueltas de campana, antes de que el coche se detuviera contra un árbol. Pero había tenido suerte. No se había roto nada, no le dolía nada, aparte del pie, que lo tenía atrapado entre los hierros del coche. Comenzó a pensar en lo que ocurriría ahora. Estaba oscureciendo. Su mujer no tradaría en dar la voz de alarma al ver que no llegaba y empezarían a buscar. Quizá no lo encontrarían esta misma noche, el coche había quedado apartado de la carretera y se necesitaría la luz del dia para verlo, pero incluso en esto había tenido suerte. Nadie muere por pasar una noche del mes de julio a la intemperie. Todavía más suerte: Justo a su lado había ido a parar una botella de refresco que le permitía ir dando algún trago de vez en cuando, y una manta que llevaba siempre en le coche también había quedado a su alcance. Solo era qúestión de esperar. Se relajó y una vez más sonrió al saberse tan afortunado. De repente oyó un ruido. Giró la cabeza y vió aquellos ojos amarillos, aquellos dientes blancos. Detras de él habían dos o tres más. Era un dia de suerte...para los lobos.

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